La Psicomotricidad vivenciada en Educación Infantil ofrece, un espacio privilegiado para aprender y desarrollar aspectos afectivos, motores, cognitivos y sociales. Este enfoque integral ayuda en la adquisición de una maduración física, emocional y psicológica, permitiendo que el alumnado sea protagonista de su propio desarrollo. Se respeta su originalidad y autenticidad, atendiendo a sus necesidades, su ritmo y sus capacidades individuales.
Mediante la vía motriz y el juego espontáneo, las niñas y niños tienen la oportunidad de trabajar aspectos esenciales como la impulsividad, la frustración, la agresividad, los temores, y la expresión y regulación de sus emociones, entre otros. Este enfoque no solo favorece su desarrollo integral, sino que también les proporciona herramientas fundamentales para enfrentarse al mundo con seguridad y confianza.
La Psicomotricidad vivenciada es, sin duda, una herramienta clave para el alumnado de educación infantil y del aula estable de nuestra escuela, donde cada niño/a puede explorar, aprender y crecer de manera armoniosa y respetuosa.